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Mostrando entradas de marzo, 2021

El narcoterrorista Estado colombiano: seria amenaza para Venezuela

  Rubén Alexis Hernández   Aclaratoria preliminar: De ninguna manera se vincula en el presente artículo al pueblo colombiano en general, con la nefasta política exterior-guerrerista de Colombia y la porquería en que se desenvuelven sus élites política, económica y militar. Todo ciudadano común en ese país es hermano de los venezolanos.   Muy pocos pueden tener dudas a estas alturas de que el Estado colombiano ha sido una entidad político-administrativo-territorial identificada claramente con el narcotráfico y la violencia extrema, ejecutada ésta por paramilitares y otros mercenarios-sicarios, por lo general en contra de los pobres. Típico Estado terrorista burgués, en el que una minoría ha concentrado la propiedad de los medios de producción y el capital, este último gracias en buena medida al negocio de las drogas ilícitas (en especial por el comercio de la cocaína), y ha sometido a sangre y fuego a las masas, cada vez más empobrecidas y desarraigadas, obligadas en las últimas

"El Caracazo”: rebelión popular espontánea

  Rubén Alexis Hernández   A finales de la década de 1980 era reelecto como presidente de Venezuela el señor Carlos Andrés Pérez, y prometía la aplicación de importantes medidas destinadas a solventar de alguna manera la problemática derivada de la progresiva devaluación monetaria y de los altos índices de inflación, entre otros factores económicos negativos. Y vaya sí se aplicaron medidas contundentes, destacándose el alza desmesurada en los precios de la gasolina, lo que obviamente determinó el súbito encarecimiento del transporte de mercancías y pasajeros. El impacto de estos ajustes económicos “recomendados” por el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue de tal magnitud, que hizo reaccionar casi de inmediato a las masas en las ciudades más importantes del país, protagonizando durante el 27 y 28 de febrero de 1989 un movimiento de gran significación en la historia de las protestas sociales venezolanas.   Ahora bien, sería ingenuo pensar que sólo la ejecución de tales medi