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Mostrando entradas de febrero, 2023

Feria del Sol (Mérida, Venezuela) y derroche de fondos públicos

    Rubén Alexis Hernández   Se desarrolla otra edición de la Feria del Sol en la ciudad de Mérida (Venezuela), y el derroche de fondos públicos, en el marco de la grave crisis socioeconómica que azota a la nación caribeña desde hace varios años, es una gigantesca falta de respeto para con los ciudadanos de a pie, que notan atónitos, como las autoridades “revolucionarias”   merideñas han “invertido” numerosos fondos estatales en un evento   inútil y negativo para los intereses de la mayoría de la población, a la vez que la inversión social es cada vez menor, descenso reflejado en la carencia de insumos en hospitales y ambulatorios, por ejemplo.   Claro está que la notable “inversión” pública en la Feria del Sol se debe en parte al jugoso negocio que representa el evento para la élite local, y a la necesidad del Estado de continuar con la subvención parcial del circo carnavalesco en plena crisis socioeconómica y la consecuente molestia progresiva de buena parte del pueblo. Por e

El salario mínimo en Venezuela no llega a 10 dólares mensuales, pero hay militares que ganan miles de verdes

 Rubén Alexis Hernández   Recientemente se filtró una información en algunas redes sociales acerca de los salarios de los militares de profesión en Venezuela, según la cual aquellos oscilan entre algunos cientos de dólares y 3000 de los verdes. En el contexto socioeconómico que se vive en la nación suramericana, esto representa un verdadero irrespeto para el ciudadano asalariado promedio, que no devenga ni 10 dólares mensuales; inaudito que una minoría improductiva para el país y delincuencial en buena medida, obtenga ingresos muy superiores a los percibidos por millones de venezolanos bien importantes en todo ámbito, incluidos los docentes. Es decir, los elevados beneficios económicos de los militares profesionales no corresponden a una economía en crisis como la de Venezuela, pero el asalariado común si debe conformarse con las migajas cortesía del Estado.   Claro está que los altos ingresos de los militares profesionales responden a una cuestión estratégica, en el sentido que