El ‘semáforo de la salud’: herramienta de control y discriminación en Venezuela
Rubén
Alexis Hernández
En
días pasados ciertas autoridades venezolanas anunciaron la puesta en práctica
de una plataforma tecnológica conocida coloquialmente como semáforo de la
salud, según la cual se pretende prohibir el ingreso a diversos lugares
públicos y privados a quienes, entre otras cosas, no hayan sido inoculados con las
supuestas vacunas contra el coronavirus. Se trata de una metodología excluyente
y discriminatoria al estilo de las que los Gobiernos intentan imponer en el
resto del planeta, mediante la que se busca lograr un mayor control social,
rumbo a un totalitarismo completo. A grandes rasgos, se estarían violando derechos
y libertades como jamás ha pasado en Venezuela en el caso de emergencias sanitarias
y de otras índoles, ni aún cuando el SIDA en su momento, por ejemplo, provocó
una ola de rechazo y discriminación popular hacia los enfermos y hacia grupos
de riesgo (como los homosexuales).
Y
algo bien negativo de la herramienta de control social en cuestión, sería su
utilización en el ámbito laboral, en el sentido de impedir a quienes no estén
vacunados y/o no cumplan con otras normas “anti-covid”, que trabajen en el sector
público y en el sector privado, o que disfruten de una relativa inamovilidad
laboral, violándose así el derecho constitucional de los ciudadanos a trabajar
y a no ser despedidos sin una justificación de peso. Una monstruosidad discriminatoria
si llegara a concretarse, lo que es muy posible teniendo en cuenta la perversa
tendencia gubernamental-elitesca planetaria, de llevar a cabo restricciones cada
vez más absurdas en nombre de la lucha contra el coronavirus. Para muestra, el
caso de Italia:
“A
partir de este viernes 15 de octubre Italia se convertirá en el primer país en
implementar las tarjetas sanitarias Covid-19 como medida obligatoria para todos
los trabajadores del sector público y privado (…)
(…) el gabinete de Draghi, apoyado de los
partidos de la coalición, aprobó a mediados de septiembre la norma más estricta
del mundo contra el Covid-19 hasta el momento: la obligación de que todos los
trabajadores presenten un ‘Pase Verde’ para acceder a sus lugares de trabajo,
una prueba negativa del virus menor a 48 horas o un certificado de recuperación
reciente del contagio (…)
Los
empleados que se nieguen a cumplir la norma se les suspenderá el pago del salario,
además de una multa de 1.500 euros y los empleadores que dejen trabajar
personas sin el valioso documento tendrán una multa de 600 a 1.000 euros. Las
personas tampoco podrán optar por trabajar desde casa para eximir la norma”
https://www.france24.com/es/europa/20211013-italia-pase-sanitario-protestas-covid19
De
acuerdo a la cita anterior, está claro que el ‘pase verde’ generará más
desempleo, siendo una excusa para estimular la flexibilidad y un mayor recorte
de los pocos beneficios de los trabajadores; en este marco el ‘semáforo de la
salud’ en Venezuela será su equivalente, y dejaría al país suramericano con un
saldo laboral peor de lo que está, como si fuera poco lo que ha ocurrido en los
últimos años. Ahora bien, en naciones como Italia, Francia, Alemania, Australia
y otras en los cinco continentes, han protestado numerosos ciudadanos contra
las restricciones sociales y laborales de las medidas draconianas en el marco
de la pandemia, mientras que en Venezuela muchos están dormidos en sus laureles
esperando a que el totalitarismo local en ciernes se consolide. Es necesario
reaccionar masivamente, y pronto.
www.rubenhernandezrealidadvenezolana.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario