¿Las autoridades “revolucionarias” están pasando hambre gracias a la COVID-19? Los casos de Jehyson Guzmán y Simón Figueroa
Rubén
Alexis Hernández
El
título de este artículo surgió debido a que en los últimos días algunas
autoridades dizque socialistas de Venezuela, han restado importancia a las
críticas populares que ha estado recibiendo el Gobierno “revolucionario” de Nicolás
Maduro en plena pandemia por el coronavirus. Críticas debido a que la inútil e
irracional cuarentena social (numerosos médicos en el mundo así lo señalan), la
semiparalización de la economía local y global y la hiperinflación, han tenido
efectos terribles sobre la calidad de vida de los venezolanos, acentuados por
el miserable salario de la mayoría de trabajadores del sector público y del
sector privado. En especial los ciudadanos se quejan del alto costo de los
alimentos, cuyos precios más allá de lo generado por la misma situación de
crisis sanitaria, contracción económica y dependencia del dólar, no se justifica
de ninguna manera. Y para colmo la comida subsidiada que es distribuida vía
CLAP, no está llegando a las comunidades con la regularidad debida, y en
algunos casos ¡se vende cada 3 o 4 meses¡
Las
numerosas críticas se han enfocado en lo relativo a la comida vía CLAP, considerando
que su costo es muy inferior en relación al precio de los alimentos
distribuidos por los ladrones disfrazados de comerciantes, y tristemente en plena
crisis por el coronavirus, la venta de los alimentos subsidiados ha dejado
mucho que desear, además de que la oferta de productos es cada vez menor. Y la
reacción de las autoridades “revolucionarias” era de esperarse, justificando la demora en la distribución de
las menguadas cajas o bolsas de comida CLAP, con diversos argumentos: las
sanciones y bloqueos, la cuarentena, la crisis económica interna y externa, la
dificultad para transportar los alimentos, y pare de contar. En este sentido
cabe hacer mención del “protector” del estado Mérida, Jehyson Guzmán y del
alcalde del municipio Campo Elías (en el mismo estado), Simón Figueroa, personajes que de
socialistas tienen nada y no obstante forman parte de quienes más han restado
importancia a las denuncias sobre la irregularidad en la distribución de los
combos CLAP.
Guzmán
y Figueroa exigen paciencia y calma a los merideños respecto a la obtención de
los alimentos subsidiados y a la limitada oferta de estos productos, pero qué
fácil es hacerlo cuando no se pasa hambre, como ciertamente sucede con estos
individuos, pues es seguro que en sus casas tienen las neveras repletas de
comida y no necesariamente del CLAP, al menos en buena medida. Además estos
personajes no hacen absolutamente nada en pro de que se controlen los precios de
los productos expendidos por la generalidad del comercio y se castigue a los
especuladores; mejor dicho ningún alto funcionario del Gobierno
“revolucionario” ni de la “oposición” hace nada por ayudar al pueblo hambriento
y desesperado. En verdad la actitud de “revolucionarios” como Jehyson Guzmán y
Simón Figueroa da pena ajena, con lo que demuestran su poco interés por el
ciudadano de a pie. Mientras piden a los pobres que esperen disciplinadamente y
en orden por la escasa comida subsidiada, llevan una vida cómoda, sin necesidades
materiales aún en esta época de pandemia y crisis socioeconómica. Y como no
pasan hambre es fácil para ellos exigir sacrificios a las masas, y también les
es fácil imaginarse que no habrá una reacción popular enérgica de continuar el
espantoso estado de indefensión que nos azota, con la hiperinflación como
protagonista.
Por
cierto, si el dizque protector Guzmán y el alcalde Figueroa niegan que estén
llevando una vida cómoda en estos difíciles tiempos, que inviten al pueblo a
sus domicilios para constatar que están sufriendo tanto como la mayoría de los
venezolanos, esperando con fortaleza y disciplina sus combos CLAP, sin importar
el tiempo de demora y que las cajas o bolsas sean vendidas con cada vez menos
productos.
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